L
uego de la fuerte recesión experimentada en 2020, la economía guatemalteca muestra fuertes señales de recuperación en los primeros meses del 2021. Además, vale la pena mencionar que aunque la recesión de 2020 fue la más fuerte experimentada en las últimas cuatro décadas, fue mucho menor a la recesión experimentada por la mayoría de los países de América Latina. Con un estimado de -1.5%, la caída económica de Guatemala es sustancialmente menor a la del resto de países de Centroamérica que, en promedio, cayeron -6.1% el año pasado.
En el caso de Guatemala, no solamente el crecimiento económico es sostenido, sino también la confianza de consumidores y empresarios. Sumado a esto, los fuertes flujos de remesas continúan sosteniendo el consumo de más de 1.5 millones de familias del exterior. Sin embargo,
la pandemia COVID-19 continúa presente y representa uno de los principales riesgos a la recuperación del país.
Además del reto de la pandemia, el 2021 está trayendo otro reto importante a nivel mundial: un incremento importante en el precio de un gran número de materias primas en los mercados internacionales, los cuales están presionando al alza los precios finales para los consumidores. Aunque poco puede hacer Guatemala para detener este fenómeno, sin duda será uno de los retos económicos más grandes en los siguientes meses.
Alza en el precio de materias primas, ¿por qué está sucediendo?
Luego que el precio de la mayoría de las materias primas cotizadas en la bolsa de valores enfrentase fuertes caídas al inicio de la crisis COVID-19, la gran mayoría ha experimentado una recuperación que ha sido más acelerada en los últimos meses. Esto ha colocado el precio de varios commodities, principalmente agrícolas e industriales, no solamente por encima del precio previo al inicio de la pandemia, sino en precios máximos de varios años. El maíz, el trigo, la soya, el cobre, el acero, la madera y muchos otros commodities, han alcanzado sus precios más altos de los últimos ocho años. Otros como el café y el azúcar, si bien no tienen precios récord, si registran aumentos importantes respecto a los precios que llegaron a registrar durante lo peor de la crisis COVID-19 en 2020.
El aumento reciente en el precio internacional de estos productos es sumamente relevante, pues la mayoría son insumos para la producción de otros bienes. Esto ayuda a explicar la razón por la cual el precio final al consumidor ha ido en aumento durante el inicio de este 2021 y por qué la inflación ha estado en sus niveles más altos de los últimos años; tanto en Guatemala como en la mayoría de los países del mundo. Por ejemplo, el maíz no solamente es insumo directo para la producción de bienes alimenticios finales, sino que también es utilizado como alimento para animales, influyendo entonces en el precio del pollo, la carne, etc.
La pregunta relevante, entonces, es ¿por qué están aumentando tan drásticamente los precios internacionales de estos productos?
Para ello, se han identificado tres razones principales por las que esto está sucediendo:
Por un lado, la crisis COVID-19 ha dejado sectores ganadores y perdedores. Sin duda, tanto el sector alimenticio como el sector de la construcción, han sido sectores que durante la crisis han experimentado aumentos importantes en la demanda, lo que ha llevado al aumento de precios de estos productos que son insumos vitales de ambos sectores.
En segundo lugar, el costo del transporte marítimo ha tenido un incremento sustancial en los últimos meses, ejerciendo una presión adicional sobre los precios. Si bien los efectos más dramáticos son entre destinos puntuales, la presión sobre toda la logística marítima es muy fuerte. Por ejemplo, el costo de transporte de un contenedor de 40 pies de China hacia Europa ha experimentado un aumento de alrededor de US$1,500 a más de US$8,000 actualmente. De forma similar, el envío de un contenedor de China hacia la Costa Oeste de los Estados Unidos ha pasado de US$1,500 a más de US$4,000 en menos de un año.
Por último, un factor importante que ha ejercido influencia en los precios tiene que ver con la política monetaria y fiscal implementada por varios países del mundo y principalmente por Estados Unidos. El fuerte incremento en el gasto público y los paquetes de alivio económico que han sido implementados desde el año pasado y el nuevo paquete aprobado para este 2021, han sido financiados con impresión de dinero de la Reserva Federal, lo que ha generado también presión sobre los precios.
Sin duda, este es uno de los retos económicos a nivel internacional más fuertes para este 2021. La buena noticia, es que de momento se está esperando que este impacto sea de corto plazo y que se vaya disipando durante el transcurso del año. El precio que se está esperando en los mercados internacionales para finales del 2021 y durante el 2022, es menor en muchos productos al precio actual; lo cual reduce la presión sobre los precios finales de varios productos y normaliza la inflación a niveles menores a los que se reflejan actualmente.
Fuentes
Central American Business Intelligence (CABI) en base a datos de Bloomberg, TradeStation y Barchart.
Precios de transporte marítimo obtenidos de Fitch Ratings.
La recuperación económica de Guatemala en 2021
Transcurrido más de un año desde el inicio de la pandemia, ya ha sido claro el impacto económico que la misma tuvo a nivel mundial. El Banco de Guatemala ha oficializado el Producto Interno Bruto al cierre de 2020, reflejando una caída de -1.5% respecto a 2019. Esta es la caída más fuerte que ha sufrido la economía guatemalteca en más de 40 años, solamente comparable con la caída experimentada a inicios de la década de los 80s. Sin embargo, es importante remarcar que la caída económica experimentada por Guatemala es la más leve de toda la región centroamericana y una de las más bajas de toda América Latina.
Para este 2021 las proyecciones para Guatemala son muy positivas, proyectando un crecimiento de 3.3% (e incluso, instituciones como el Fondo Monetario Internacional proyectándola de 4.5%) y con distintas variables que pueden mostrar un muy buen desempeño para este año. De inicio, las remesas familiares continuarán siendo vitales para la economía guatemalteca, inyectando más de US$12,000 millones para el consumo de más de 1.6 millones de familias en todo el país. Sumado a esto, las exportaciones también tienen un buen panorama, esperando que crezcan hasta 10%, impulsadas por un buen panorama para las exportaciones de café, azúcar, cardamomo, frutas y vegetales. En el caso de algunos de estos productos, una presencia cada vez mayor en distintas partes del mundo impulsarán este aumento y en otros, será derivado de precios más altos de estos productos en los mercados internacionales.
Junto con los indicadores anteriores, también vale la pena remarcar que estas proyecciones para 2021 también están soportadas por un buen panorama de variables “predictivas”, como es la confianza de los agentes económicos y los indicadores de inversión. En ese sentido, se observa que ya la inversión privada ha repuntado fuertemente luego de la caída al inicio de la crisis. De hecho, para diciembre 2020, la inversión en el país crecía al ritmo más fuerte de los últimos años y reflejaba que existen expectativas positivas sobre la economía guatemalteca más allá del COVID-19.
Con estas características, el panorama económico para Guatemala es positivo y se espera que sea de los primeros países que logre salir por completo de la recesión económica que el COVID-19 significó; manteniendo a mediano plazo un crecimiento económico fuerte e importante para el país. Sin embargo, existen riesgos a este crecimiento sostenido, especialmente considerando que se continúa aún en medio de la pandemia. El país debe acelerar el proceso de vacunación contra el COVID-19, a fin de evitar que nuevos brotes y olas del virus puedan detener la importante recuperación económica que se observa de momento.
Fuentes
Central American Business Intelligence (CABI) en base a datos de Bloomberg, TradeStation y Barchart.
Precios de transporte marítimo obtenidos de Fitch Ratings.
El sector retail en medio de la pandemia COVID-19
Desde el inicio de esta crisis, hemos sido testigos de muchos cambios económicos relevantes. Uno de los más importantes a nivel mundial, ha sido el cambio en la forma en que las personas consumen (discriminando entre un producto y otro, o entre una forma de comprar el producto y otra) y esto ha creado sectores “ganadores” y “perdedores” con la crisis. Los confinamientos, la decisión de las personas de mantenerse más tiempo en los hogares, el teletrabajo y muchas otras características de esta crisis, han creado este impacto diferente entre los distintos sectores económicos.
¿Cuál ha sido el desempeño del sector comercial, o retail, durante esta crisis?
Como con la mayoría de los sectores, el sector comercial sufrió un fuerte golpe con el inicio de la pandemia, llevando sus ventas a caer hasta 10% en los primeros meses. Sin embargo, desde entonces ha mostrado una recuperación sostenida, creciendo a finales de 2020 a un ritmo de 30%.
Los efectos negativos en los primeros meses de la pandemia seguramente estuvieron relacionados con los toques de queda, restricciones de horarios y medidas similares dictadas para contener el virus. Sin embargo, el impacto negativo fue menor que en otros sectores y una vez se aperturó el país nuevamente, la facturación de este sector creció de forma impresionante; alcanzando récords de crecimiento de los últimos años.
Asimismo, vale la pena resaltar que los distintos subsectores que conforman el sector comercial, como los supermercados y ventas al por mayor, mostraron impactos distintos. Los supermercados, como es de imaginar, tuvieron un impacto importante al inicio de la pandemia, primero desacelerando su ritmo de crecimiento y luego ya cayendo en crecimientos negativos en el 2do trimestre del año. No obstante, la recuperación fue rápida y actualmente muestran un crecimiento importante, aunque no alcanza los ritmos de crecimiento pre COVID-19.
Por otro lado, los comercios al por mayor tuvieron un desempeño un tanto distinto. Si bien sí experimentaron una caída al inicio de la pandemia, su recuperación ha sido mucho más acelerada; mostrando crecimientos positivos importantes antes del cierre del 2020 y actualmente muestran crecimientos récord no vistos en los últimos 8 años. Esto evidencia que la recuperación no solamente es distinta a nivel sectorial, sino que dentro de un mismo sector el panorama puede ser distinto para actividades económicas puntuales. Los cambios de patrones de consumo han discriminado no solamente entre un producto y otro, sino también en la forma de adquisición de un mismo producto.
Lo positivo es que para este 2021, tal como ya se muestra desde los primeros meses del año, se espera una recuperación importante para el sector retail y sus distintos subsectores.
Se proyecta el crecimientodel 3.1% para el cierre de año, muy similar al crecimiento promedio que se proyecta para la economía en su conjunto y superando sustancialmente el crecimiento de 0.5% con el que cerró el sector el año 2020.
Fuentes
Central American Business Intelligence (CABI), con datos de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).