La industria agrícola tiene altos estándares de clasificación para los productos frescos que se venden en los mercados. Estos se basan en características físicas y visuales que dividen la oferta de frutas y verduras en primera, segunda y tercera calidad.
Esta clasificación del mercado permite separar los alimentos según su tamaño, color y consistencia. Las frutas y verduras que son clasificadas de primera calidad son generalmente más grandes y se encuentran en condiciones casi perfectas a la vista, lo cual repercute en un precio más alto. Las de segunda, tercera y cuarta calidad, normalmente son de menor tamaño y comienzan a verse distintas a las que son estéticamente agradables. A medida que el producto se clasifica en una categoría más alejada de la primera, el precio de venta se verá afectado
Esta diferencia de precios puede no ser tan grande entre la tercera y segunda calidad.
No obstante al comparar las frutas y verduras de primera y segunda calidad, se pueden encontrar brechas de precio que pueden ir de Q20 o Q30 más por quintal, hasta los Q100 o Q200 más. Estas variaciones de precios, según calidad y variedad de productos, se pueden revisar en la sección de precios en la app Agriconecta.
Segunda calidad, una solución para mejorar la alimentación de muchos
Las frutas y verduras de segunda calidad, pueden ser la solución a uno de los problemas más grandes y poco mencionados de las últimas décadas, el desperdicio de alimentos.
Según la FAO, aproximadamente un tercio de la comida que se produce se pierde. Esto significa que no llega a los consumidores finales o simplemente se desperdicia luego de adquirirla. Se consideran como pérdida a todas aquellas frutas y verduras que se desaprovechan durante la cosecha y post cosecha. Esto puede darse debido a que no cumplen con ciertos estándares de clasificación, principalmente los estéticos que demanda el mercado de destino. Sin embargo, también existe el desperdicio de alimentos por parte de los consumidores quienes, por diversos motivos, no los terminan consumiendo y los tiran luego de adquirirlos.
Este dato se vuelve más relevante al recordar la cantidad de personas que no acceden a una cantidad y calidad importante de alimentos de forma diversa. En Guatemala, según la última Encuesta de Salud Materno Infantil ENSMI 2014-2015, el 46.6% de niños menores de 5 años padecen de desnutrición crónica. Eso significa que 1 de cada dos niños carece de los nutrientes que le provocan un inadecuado desarrollo físico y cognitivo a largo plazo.
El tema de las frutas y verduras de segunda calidad y cómo este se relaciona al desperdicio de alimentos, se ha vuelto popular en el mundo. El dilema radica en la gran pérdida de alimentos que se da al momento que estos no cumplen con ciertos estándares estéticos exigidos por el mercado detallista, por lo que no pueden venderse tan bien y a veces terminan desechados. Gran parte de las frutas y verduras sufren de daños leves en su proceso de cosecha y post cosecha o incluso, crecen de manera irregular. Estos cambios visuales no son tan bien aceptados, ya que el consumidor normalmente elige comprar lo que se ve en mejor estado, por relacionarlo con la calidad de un producto.
Sin embargo, todas estas frutas y verduras muchas veces son igual de buenas e inocuas que el producto que cumple con todas las características físicas y visuales que exige el mercado. Muchos han sido los debates alrededor de este tema, pero lo cierto es que aunque un producto no cuente con las características exigidas, no significa que este sea malo o de baja calidad.
¿Cómo ganarle la batalla al desperdicio de alimentos?
Debido a la impactante cantidad de comida que se pierde y desperdicia, en los últimos años han comenzado diversos movimientos que promueven incluir en la cadena de valor a todas las frutas y vegetales de segunda calidad. Uno de ellos lo llaman “ugly produce”, el cual se ha expandido alrededor del mundo. Entre algunas de las estrategias promovidas se encuentran:
Bajar el nivel de permisibilidad de productos no estéticos dentro de un volumen determinado
La realidad es que no es rentable para ningún actor de la cadena de valor que se estén perdiendo tantos alimentos por no cumplir con determinadas características físicas. Esta práctica de desperdicio es insostenible en términos ambientales, ya que el proceso productivo genera gases de efecto invernadero aunque los alimentos se desechen. Todos estos son recursos naturales y económicos desperdiciados, los cuales amenazan la seguridad alimentaria.
Permitir la comercialización de productos de segunda o menos estéticos, pero igualmente saludables, nutritivos e inocuos, puede ayudar a mitigar la pérdida de alimentos.
Mejorar las estrategias de mercadeo de los productos de segunda calidad
De parte de las empresas productoras y distribuidoras, se puede trabajar para educar a los consumidores y compartir que las frutas y verduras menos estéticas, son igual de buenas que las estéticamente agradables. De igual forma, se debe crear conciencia que el consumo de estas frutas y verduras mitigan la pérdida de alimentos, lo cual es bueno para el planeta.
Transformar los productos de segunda calidad y agregarles valor
La transformación a productos terminados como salsas, mermeladas, sopas y otros similares, es una de las principales soluciones para evitar el desperdicio de alimentos. Este proceso no solo agrega valor al producto inicial, también evita que se pierda por no cumplir con las demandas estéticas del mercado.
El movimiento alrededor de los productos de segunda calidad crece
Empresas alrededor del mundo han comenzado a considerar y promover abiertamente las frutas y verduras de segunda en su oferta de productos. Algunas de estas marcas son:
The Ugly Company
Es una compañía estadounidense que desde 2017 vende frutas deshidratadas tipo snack. Ellos buscan prevenir el desperdicio de alimentos de buena calidad, por características físicas y visuales, y agregar valor a sus granjas familiares. Sus snacks se realizan con productos que normalmente son considerados de segunda o que no están en condiciones estéticamente correctas para vender al público. Actualmente, ofrecen 4 frutas distintas en su oferta: nectarinas, duraznos, albaricoques y kiwi.
Imperfect Foods
Empresa fundada en 2015 en Estados Unidos que tiene como objetivo eliminar el desperdicio de alimentos y construir un mejor sistema alimenticio. Ellos utilizan el término “imperfecto” para ofrecer paquetes de alimentos semanales que entregan en los hogares de sus consumidores. Estos paquetes contienen frutas y verduras de segunda calidad, productos terminados a precios accesibles, huevos, lácteos y carnes de calidad.
Fruta Feia
Esta es una cooperativa que trabaja en Portugal desde 2013, la cual busca reducir el desperdicio de alimentos por características físicas y visuales. Su labor consiste en comprar a los pequeños y grandes productores las frutas y verduras de segunda calidad que no pueden vender, a fin de ponerlas a disposición de los suscriptores de la cooperativa. La venta se realiza por tipo de cajas, en donde el suscriptor elige una caja según sus necesidades de producto y, una vez por semana, se deben presentar al punto de entrega por provincia a recoger sus productos.
Esfuerzos PRO-INNOVA
Durante los últimos meses del 2021, PRO-INNOVA lanzó una nueva convocatoria para su fondo de coinversión ProCompite. Esta convocatoria está dirigida a empresas u organizaciones de productores cuyas actividades impacten a las familias del Altiplano Occidental de Guatemala, a fin de transformar sus productos frescos y buscar la industrialización. Esta es otra forma de encontrar nuevas oportunidades de mercado a los productos que posiblemente no hubieran llegado al consumidor final.
La transformación de productos frescos no solo da un valor agregado al cultivo, sino que también ayuda a aumentar el tiempo de vida en anaquel de estos productos. Esto permite poder utilizar frutas o vegetales que no son visualmente estéticos, pero que están en óptimas condiciones para ser consumidos por su valor nutritivo e inocuidad.
Lograr disminuir la cantidad de alimento desperdiciado a nivel mundial es una tarea compleja, pero sumamente importante. Esta transformación puede comenzar con el simple hecho de que el consumidor pueda seleccionar frutas y verduras consideradas de segunda, pero con buena calidad para el consumo diario.
Fuentes:
Giving ugly food a chance (osu.edu)
FAO – Noticias: La pérdida y el desperdicio de alimentos deben reducirse a fin de aumentar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del medio ambiente
http://www.siinsan.gob.gt/siinsan/ensmi/